Las intermitencias de la muerte (2005) narra una historia sobre la asuencia de muerte. Así comienza la historia, cuando de repente un 1º de enero, simplemente nadie muere. Con el correr de los días, y el constante vacío de los obituarios en los periódicos, ya no quedan dudas. No era una simple casualidad o buena fortuna del pueblo del país que Saramago no nos quiere decir su nombre (aunque deja pistas).Ensayo sobre la lucidez (2004) Los protagonistas de esta novela de Saramago, un inspector de policía y la mujer que conservó la vista en la epidemia de luz blanca de Ensayo sobre la ceguera, dan muestras de la altura moral que los ciudadanos anónimos pueden alcanzar cuando deciden ejercer la libertad.
Dentro de una década o dos, cuando la bestia acabe de morir, habrá que reconstruir este mundo con otros mimbres, y algunos de esos mimbres son la herencia que nos deja José Saramago a los hombres ciegos, capaces de ver pero aún reacios a mirar. Pero no está lejano el día en el que recobremos la sabiduría; no nos va a quedar otro remedio.